Después de la gran
caminata desde Jerez del Marquesado hacia
Capileira. Era hora de descansar unos días y recuperarme de las quemaduras. Así
bien pase unos días en el pueblo, para mi asombro, es un pueblo muy turístico
hay muchas descenciones de mountan bike que la gente sube a lo más alto y bajan
casi hasta el final.
Un pueblo muy movido,
amables, con actividad y muchos caminos para ver sus paisajes.
He pasado dos días
ahí recuperándome de la travesía. El pueblo es caro según como se mire al menos
las tres barras de pan integral largas y anchas no superaban los 2.60 € del
horno recién sacadas añadiendo que para el día siguiente el pan no se pone duro
se mantiene bastante, a mi personalmente me ha gustado.
La mayor parte del
tiempo la pasé en un Área recreativa donde
hay un lugar para descansar, asientos y mucha agua.
Más que nada con mis
pies doloridos tenia que recuperar los brazos quemados.
Sin mucha protección, sin sombra ni nubes que me acompañaron
lo más seguro que me quemara completo. Tras no saber mucho y con ganas de
aventura me anime a lo que viniera aunque el resultado sería una recuperación
dolorosa y lenta. Valió la pena.
Los supermercados que
hay es mejor comprar lo básico y no perderte con lo que ves. Me hubiera gustado
probar el queso de allí pero será en otra ocasión. Lo digo por más que nada que
unas tres Mandarinas que pensaba que eran naranja me cobraron 1.00 € y algo,
sin decir, que el Kg. Estaba como 2.20 €
Es lo que tiene y más
la aventura con lo puesto, habrá tiempos mejores más adelante donde se puedan
hacer las dos cosas a la ves.
Lo bueno de la
aventura que conoces a mucha gente aunque tu estés sentado descansando te viene
un grupo de turista y te habla sin más en ingles donde tu en ese momento estás
aprendiendo al cual poco entiendes. Anécdotas simples como recuerdos.
También lo que me
gustó fue conocer a Yumi un increíble
perro, muy amable, grandote que andaba paseando el Domingo por ahí.
También lo que me ha gustado fue el café que hacen, no se si
tendrá que ver el agua pero el café que hacer está muy rico, me quede con las
ganas de tomar un segundo café. Si pasan por allí, no duden en probarlo.
Yo lo probé en este
restaurante que fueron tan amables que me dejaron ver la formula one incluso.
Ya finalizando el tiempo en Capileira el Lunes emprendí la marcha de nuevo tras averiguar que
podía bajar de Capileira hacia Lanjarón por senderos y entre tantos me animé a hacer el
camino. No sabía cuanto tardaría y con la poca información y un plano dibujado
a mano me animé a la aventura y que esa aventura se llamaba el camino GR-7 y
sinceramente no acabó muy feliz.
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