Ponemos inicio a este nuevo día, bien temprano, para alcanzar la meta de hoy, Sarria.
Así, se vuelve a pasar por el puente, de más de 350 metros, dejando una vista nocturna.




Pasamos por caminos en donde la única compañía son los animales ya que aun es temprano para cruzarnos con los caminantes que van rumbo a Santiago de Compostela.




Paso tras paso, alcanzamos los primeros pueblos de la jornada, atravesando inmensas praderas.






A lo largo de todo el camino, vamos dejando las flechas amarillas atrás, las cuales indican el rumbo hacia Santiago de Compostela y seguimos otras de colores azules (aunque a veces cambian de color) las cuales marcan el camino de vuelta, hacia San jean du Port.




Sin tomar ningún descanso, continuamos caminando atravesando praderas acompañados del ganado para alcanzar el mojón 100 dejando en constancia nuestros primeros 100 km recorridos.








(Típica imagen de Galicia. Tomada en Morgade)



No obstante, aun nos quedaba mucho por delante por lo que se prosiguió con la marcha hacia Brea, la próxima población.








Aunque aun no habíamos llegado al punto marcado como meta, decidimos descansar para reponer fuerzas y empezar al día siguiente con fuerzas renovadas. Pasamos la noche en el albergue de Barbadelo, un pueblo típico gallego.  Es un pueblo pequeño con un único bar (el cual no nos dio muy buena impresión) y una tienda.






Al día siguiente, pusimos marcha hacia Sarria y cerrar la etapa, atravesando un bonito paraje caracterizado por un corredor de esbeltos árboles.
Sarria es un pueblo de Lugo a 112 Km de Santiago, el mínimo kilometraje que exigen para que concedan la compostelana.



















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