Desde Triacastela existen dos itinerarios para llegar hasta Sarria: el meridional, más largo, visita el célebre monasterio benedictino de Samos y progresa por las frondosas riberas del río Oribio; el otro avanza más al norte por San Xil y se interna también por bonitos parajes poblados de robles y castaños.

 Caminando ya una buenos días y con la meta en Sarria por fin podíamos decir que hemos llegado y hemos encontrado un “Mercadona” con precios asequibles. Todo nuestro camino entre pueblo y montañas nunca acababan en pueblo grandes o al menos con noción de que podría ver ahí. Con la mochila cargada de comida y asegurando el trayecto en ahorrarnos un buen dineral con los precios desorbitados de los pueblos continuamos así para llegar a Tricastela.

 Encarrilados y entrando en Vigo de Sarria empezamos la aventura del día de hoy.



A nuestro paso encontramos una granja de animales.




 Continuamos con el camino, en nuestra contra sabíamos que teníamos que subir bastantes metros pero no sabíamos con lo que nos íbamos a encontrar.






 Ya se notaba empezamos a subir. De fondo ya dejamos Sarria.



 Después de una larga caminata encontramos unos de los primeros objetivos. San Marmede do Camino.



 Pero nosotros seguíamos subiendo.



 Subiendo nos aproximábamos al siguiente pueblo.



A nuestro paso no enseñaron la panza (jaja)




 Seguíamos subiendo pasando ya por Aguiada un Albergue Municipal y el pueblo Pintin





 Un poco de descanso para nuestros pies y al menos una recta sin subida nos daban.



 Un poco más entramos al siguiente pueblo Montán.






 Hay que llegara Tricastela así que queda aún por subir.






 Después de tanto subir aun quedaba el más gordo llamado Alto de Riocabo (900 m.) y con todo el peso en la mochila.







 Con un ultimo suspiro nos adentramos en el.






 Alcanzando ya la cima se podía ver diferente el panorama. Lo bueno de ahora que es todo bajada.











 A nuestro paso encontramos más de una fuente lamentablemente no potable.



 Por fin llegamos al pueblo Fonte dos Lameiros. Aunque después de caminar unas buenas horas y encontramos un pueblo del pueblo que era parecía como estuviera abandonado.



 Seguíamos el camino pero esta vez por el asfalto.



 Que nos condujo hasta otra fuente.




 Después de esto llegamos al ultimo pueblo que teníamos que cruzar. A Balsa.





 Ya quedaba poco, agotados, con un buen peso y todo subida desde que iniciamos la meta ya nos parecía poco.








 Después de todo esto al fin encontramos el Albergue de Tricastela lo que no sabíamos es con lo que nos íbamos a topar ya que no sabíamos que después de todo un día caminando el albergue no tenga cocina…





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